Prologando su maravilloso poema, Coin nos explicaba que había un señor empeñado en llevar al cielo a toda dueña o doncella que pillara. Lo cual me recordó esta canción de Maná, que les dedico con cariño desde nuestros estudios. Me extraña la manía que tienen tantos hombres en llevarnos al cielo, no sé si es afán religioso, o interés aeronáutico. Son muy raros.
martes, 11 de diciembre de 2007
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1 comentario:
Muy apropiado. A mi esos señores que prometen elevarnos por los aires me dan aerofagia.
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