viernes, 7 de diciembre de 2007

MIS EXPERIENCIAS CON EL FAMOSEO

Pero antes de contar lo del príncipe, cuento que el representante de Miguel Rio en la época que estaba como estaba en el you tube con que nos obsequió la Vane, pues era a su vez representante de una actriz jovencita y desconocida ( lo sigue siendo, jovencita no, actriz tampoco, desconocida) que a su vez su hermana era amiga mía. Así que entrabamos de gratis en los café-conciertos, y en los teatros y en las actuaciones del Miguelito, todo por la cara. Una vez, en casa del representante llegó Miguel en persona, le dió un piquito a todo el mundo y a mi también, se metió en la ducha, le pilló ropa prestada al manager y a la media hora se fue. Ese es todo mi conocimiento del famoseo, o sea, nada.
Peeeeero al príncipe, tias, al príncipe lo ví en mi oficina a medio metro de distancia, y esta historieta aunque no la vivió directamente Monseñor, el nuevo, seguro se le habrán contado cenes y cienes de veces, que somos muy plastas los de mi curre siempre contando lo mismo.
Felipito tacatún, en la época que tenia barba, vino a Las Palma e hizo una visita a Salvamento Marítimo. A todo esto desde las ocho de la mañana, los guardianes del Tacatún se pasearon por toda las oficinas con perros pastores alemanes golisneando los cajones, los bolsos y todo todito.
La madre de un compi nuestro, pininsular ella, forofa de la familia real, vino tempranito con buñuelos de viento preparados por ella en un montón de tuperweres y en dos termos grandes chocolate calentito. Nos preparó una merendola a toda la Ofi. Todo esto para hacer la pelota a nuestro Gran Jefe para que la dejara quedarse y ver a su príncipe. La dejaron.
Los guarda espaldas de su alteza nos dijeron que no nos podiamos dirigir a él ni en palabra y menos fisicamente y nos dieron una charleta. Y que si por casualidad el príncipe se dignaba darnos la palabra solo respondieramos si alteza o no alteza gracias alteza.
Baja el principe de Salvamento y en nuestro vestíbulo todos estabamos de pié esperando al Tacatún, que todo el mundo dice que pasaba del príncipe, que menudo rollo pero todos toditos se trajeron su traje chaqueta y la corbata azul, y ellas hasta de pelu.
A medio metro el Felipe con sus guardas casi tan altos como él y la madre del compi, se avalanza al príncipe y le agarra la mano y se la besa. Los guardaespaldas intentan apartarla, pero ante la sonrisa bondadosa del principito se lo permiten.
A la señora le da un yuyu y se desmaya. El principe y su corte de custodiadores desaparacen y la señora de los buñuelos reacciona con una taquicardia que tuvimos que llevarla al médico de abajo a tomarle la tensión. La tenía tan alta que casi deja huérfano a su hijo.
Los buñuelos estaban muy ricos, en mi vida los he probado mejores.
Ahora relaciono buñuelos con visitas reales, ya les dije que era proustiana, y lo del plasterio de las madalenas marca.
No conozco a ningún famoso más, pero si algún dia tuviera la inmensa dicha de estar a un metro de ellos no se preocupen que lo cuento seguro.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Pues no dicen que es tan sencillo y tan cercano? ¿o es el padre? o sea que un gato no puede mirar a un rey, como siempre...Sí su alteza , no su alteza, gracias su alteza....fuerte miseria colega...yo así ni monárquica ni nada; claro,luego dicen que si el rejo acratoide...¿No le va a salir a uno el rejo acratoide?
Y ahora por lo de lo de los hombres, que me voy a depilarme, por si acaso...

coin dijo...

Pues lo mismo
lo de depilarme no lo del ácrata lis, supongo te referirás a la detectiva esa de las novelitas ¿no?
Voy a cambiarme las bragas de algodón de cuello alto y ponerme un tanga...en el tobillo, que en el pompis power no me cabe.

Vanessa del Pino dijo...

Cambio todos los reyes por la sota de copas.

coin dijo...

¿de ron arehucas?

 
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