lunes, 10 de diciembre de 2007

¿Me conoces mascarita?

3 comentarios:

coin dijo...

Y Monseñor sabe de quien estoy hablando que ambos fuimos sufridores de su especial carácter. Bueno yo sigo siendo que el ya se escapó de sus adversas garras, pero a ti bien que te queria porque con tus ojitos celestes brillones y tu cara de "yo no fui" te dejas de querer .
Y aprovecho este espacio como siempre para decirle a la vane que lo de Carmen Sevilla que a ver si lo vemos que me has dejado en la duda dudita duda. Animo Vanes.

Hernando Fenriquez dijo...

Jajajaja. Se abre la ventana de los comentarios y veo que me has leído el pensamiento... Hummmmm, ¿será la guerrera hoplita? ¿La que ataca después de dos gintonics?

Ahora bien, reflexiono sobre la frase: "Algunas navidades jugabamos al dichoso amigo invisible- menos mal que ya está prohibido por el manual de las buenas costumbres- a ella siempre le regalabamos un tanga, el más ordinario y hortera posible a ver si captaba la onda, pero no, ideas fijas la muchacha."

En mi despedida de la loquera (oficina) de LPGC me regalaron no un tanga, pero sí unos gayumbos... ¿iban también con segundas?

Miren ustedes que soy hombre, y como tal, capto muy mal las directas ¡y peor las indirectas!

coin dijo...

Nunca he visto a nadie a quien le sentara tan bien unos gayumbos como a vos que nos hizo hasta el paseíllo y has de reconocer que de hortera nada...de pura actualidad de lo más in y caritos...que lo sepas, que medio sueldo se nos fue en ellos desagradesío...y el otro medio en el santo bendito que si lo ve la Vanes se lo lleva pá su colección de todo a cien de los chinos.
Beso su anillo monseñor.

 
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