sábado, 23 de febrero de 2008

EL BAUL DE GLORIA

Le cantábamos los chiquillos con rentintin aquello de:
“Valentín con el maletín con la pata coja no me coje a mi”, total porque tenía un tic nervioso que le hacía caminar renqueando a veces si, a veces no, lo que hace la timidez. Y su hermana empollona como el Valentín, torpes para lo cotidiano. La niña se pegaba unos taponazos tremendos con los dichosos patines en los que se empecinaba en subirse una y otra vez. Se rompió una vez los dientes delanteros amén de las gafas y seguía empeñada en..nunca aprendió.

En la acera de enfrente vivía esa familia diferente a las demás. El, profesor de historia en un instituto, colaborador en un período y anticuario.

Aquella noche, todo el mundo viendo la tele en su casa,que se veía la luz azul del aparato por las persianas de toda la calle, todas las persianas iguales, todas las teles de todas las casas de aquella calle, se le quemó al anticuario su Citroen negro con el motor detrás.

Los dispuestos vecinos salieron a apagarlo con pijamas y en batas algunas de las mujeres. Terminaron celebrando el apagón en la calle con bocata tortilla y chistorra, la bota de vino de mano en mano, una fiesta improvisada.

Poco después escribió el anticuario esa novela en la que contaba la salvación del coche de forma esperpéntica, parodiando la buena voluntad de la gente, un retrato cutre y burletero de todos ellos. Los vecinos dejaron de hablarle y empezaron a llamarle “ el tio raro ese” haciendolo extensivo a toda su familia.

Gloria. El nombre perfecto para esta mujer grande y blanca de ojos verdes expresivos. Me hablaba con respeto, quiero decir que no tenia en cuenta que solo fuera una niña, preguntandome interesada mi opinión sobre algún cuadro adquirido por su marido el anticuario y además, me escuchaba.

Recuerdo un cuadro de una muchacha con un vestido blanco columpiándose y de la punta de uno de los pies el zapatito a punto de caerse. Ella ladeaba el cuello mirándolo y me decía : ¿Qué? ¿Qué te parece? ...No se que tendría de interesante mi opinión, solo dije ¡qué bonito! Y así con todos los que me iba preguntando.

A veces, si era muy antiguo el cuadro, lo miraba seriamente diciendo : “No me gusta porque es muy oscuro”.

Escuchaba Gloria mi criterio seriamente igualito igualito que si hubiera dicho:

“Interesante enfoque del artista, la luz de la izquierda incide oblicuamente sobre el personaje principal dejando los detalles en clarooscuro lo que me hace reflexionar sobre....”

Si, la señora Gloria sabía respetar la opinión de una niña seria, tímida y experta en arte.

Su casa llena de cachivaches, muebles antiguos de todos los estilos mezclados, apretados mobiliarios lo que daba una impresión de asfixia. Ella decía Esto sería precioso si tuvieramos espacio para que luciera. Y acariciaba el terciopelo de color vino y oro viejo de unas cortinas puestas sobre un sofá diciendo entusiasmada:

“Ven, toca la tela, mira que suave, mira que brillo tiene” Con su mano grande y blanca ponía a contrapelo el terciopelo para que apreciara las dos tonalidades del color en un sentido o en otro. Lo recuerdo tan clarito como si acabara de pasar. Desde entonces asocio el terciopelo a una blanca mano.

Mi cumpleaños, sentada en la acera a la hora de la siesta, la calle vacía imaginando que las sombras de las casas en la carretera era un castillo con sus almenas, sus torreones, su puente levadizo...mientras le hablaba a mi muñeco pelón, Claudito, el del ojo fijo pues el mecanismo que hacía que el párpado y la pestaña del muñeco bajara y subiera ( lo último de lo último en ojos de muñecos) se trabó y para siempre se me quedó con la mirada tiesa.También tenía la nariz un poco escachada de un golpe que se dió al caerse de una estantería. Muñeco feo donde los haya pero más querido que ninguno.

Y lo mismito soy para mis fijas querencias ¡Qué vamos a hacerle! Cada una es como es, mi naturaleza es predarme de las cosas imperfectas, con taras, me dan ganas de cuidarlas o protegerlas o curarlas o abrazarlas.

Mientras hablabamos Claudito y yo de nuestras cosas, que siempre teniamos cosas que contarnos, me llamó Gloria desde su balcón. Entré en su abarrotada casa y me dio un sonoro beso en la carita de felicidades, pues no se como lo sabía, abriéndome un baul grande me dijo:

“Pilla lo que quieras” Un baúl lleno de cosas para mi sola. Más de una hora me la pasé mirando y revolviendo, todo era tan bonito...que no me decidía. Mi madre me llamó, Gloria la invitó a entrar. Quería que la ayudara a colocar la mesa para la merienda de mi cumple pero yo quería elegir algo especial entre las cosas del baúl. Mira este estuche tan bonito- decía mi madre o esta peinita de concha , o este bolsito con sus plumas...decía mi madre rompiendo el hechizo de la duda.

Pensaba, nunca más me van a invitar a pillar lo que quiera delante de un baúl y hay que hacerlo despacito, si, despacito se disfruta mejor. Terminé por llevarme un librito blanco de nácar con un cierre dorado. Un misal con estampas del niño Jesús y la virgen de colores pasteles.

Por la noche, ya en la cama con mi Claudito, abrí el misal, en la primera página en blanco y negro una pareja bailando cada uno con un demonio y un letrero que decía:

¡Joven, diviertete de otra manera!

Me dejó de gustar el librito inmediatamente. Yo lo llamo efecto guatiné cuando algo te desilusiona repentinamente, un mal gesto, una mala palabra, algo desagradable, una señora fea en bata guateada con rulos en la cabeza tan refea con una mala frase, una falta ortográfica, los celos infundados, una palabra grosera, una orquídea negra, un beso no deseado.

¡Ojalá hubiese pillado la pluma de avestruz! O el abanico con las varillas de marfil, o el cuento de cartón que al abrirlo se levantaban el castillo, o la princesa o el dragón, o el suave pañuelo de seda.... si, el pañuelo de seda

3 comentarios:

coin dijo...

Aquí si que quedaria genial el dibujito de la Vane del cartel bailando la pareja con los diablos tan pocos recomendados.
No se si esta historieta ya la puse, en todo caso está reciclada. Si encuentro la otra la borro,pero esto ya es muuu grande ¿se acuerdan cuando empezamos? Bueno empezó la minimini pero enseguida, detrás mismamente,pegaitas a su culo ( buen culo oiga) empezamos a llenar esto de "cagaditas" sobre todos las mias a mucha honra.

vanessa del pino dijo...

Yo no digo ná, que luego se enfadan conmigo. Me hubiera gustado conocer a Gloria y jurgar en su baúl.

coin dijo...

Que no me enfado boba y si me enfado peor pá mi. Tus you tube geniales, distraen mucho.

 
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