A mí me pasó con cinco o seis años (mis padres tienen vagos recuerdos, y también se mean, pero yo me acuerdo perfectamente), en un barco, que metí la pierna entre la silla y el respaldo (sillas como las de los cines) y no podía sacar la pierna. Me acuerdo de mi vergüenza y bochorno, un follón de narices, señores con trajes con botones dorados (yo convencida de que uno era el capitán del barco), echando aceite, todo el pasaje mirando y dando opiniones... Cuenten, cuenten, que seguro que a ustedes también les pasó alguna de estas.


3 comentarios:
Yo metí la cabeza entre los barrotes de la cuna y después no conseguía sacarla. Tuvieron que desmontar parte de la cuna para poder sacarme de aquel embolado.
Es que su cabeza querido Monseñor... que su cabeza...no se como decirlo. Menos mal que es tan importante el contenido como el continente y aunque no pueda parecerlo a primera instancia le aseguro que es un reconocimiento a su preclara inteligencia. Buena cabeza...y grande coño.
vane por dio, ¿No podrías poner una afoto del niño con el gorro harripoter quitao? Cada vez qyue tiro pabajo me encuentro con esa carita y me da una pena...y encima no puedo evitar pensar en tí con una pata metida en la silla y aql lado monseñor con la cabeza en los barrotes de la cuna...Total, se me junta todo, me sale la vena sentía, y a punto estoy de comerme los mocos y los lagrimones...
A tí ya sé quie de alguna forma te desligaron de la silla y a monseñor al parecer también, ya que la coin habla de buena y grande, pero no "encunada"cabeza, así que porfa, que una es muy sentimental en estas fechas, ponme la afoto del niño rescatado de ese gorro horrendo, po favo...
Publicar un comentario