¡Mi Querida Luci!:
¡Qué alegrìa tener noticias tuyas aunque sea de esta manera tan rara!
Y es que tu mi niña no cambias. No no te voy a decir una vez más mira que te lo dije. Para qué, si terminas haciendo siempre lo que te da la gana.
Ya me ha contado tu amigo, el que me trajo la carta, que por cierto hija, menuda pinta, no sé como puedes tratarte con esa gente tan...en fin, tan. Pues eso, de lo mal que te ha ido, que el guapera te dejó botada y qui ni pelicula ni ná, que todo era mentira ay tu bobisima que eres te crees todo lo que te dicen. ¡Ay señor!
Me dices donde te mando el giro y te agaras un avión y te vienes para Las Palmas que ya sabes que soy tu amiga para lo que haga falta aunque me tienes hartita que lo sepas.
El apartamento del Sur lo tengo desalquilado, te metes en èl hasta que las cosas se arreglen. Es la última vez que te ayudo (esta frase me suena), esta vá por nuestra amistad y porque me acuerdo de la pobre de tu madre que en paz descanse que me dijo antes de irse: ¡Ay Puri mi niña! Tù que eres màs sensata que la loca de mi hija, cuìdamela mucho. Ojalá hubiersa salido como tù.
Y te voy a decir un secretillo que tu madre y yo te tenemos. Me diò un dinerillo para tì que te lo tengo guardado por si estabas en algùn apuro. No te voy a decir cuànto ni te lo voy a mandar pues te lo gastarias seguro. Aquì lo tengo para que montes algùn negocio serio o te compres una casita o ya pensaremos que hacemos.
Mira que tu madre, que dios la tenga en la gloria te conocía...como si te hubiese parido. Ya se lo temìa ella que esto iba a pasar.
A mi marido ni una palabra, ya sabes que note puede ver ni en pintura pues siempre me metes en algùn lìo de los tuyos.
Y mira que sigues guapa Luci, ya te vì en la peli que hacias de loca, papel que ni pintado, a ver si en la próxima te dan un papel que dure màs de dos minutos. Con la vida que has llevado y lo bien que estás. No lo entiendo, la verdad. Y yo que voy a caminar todos los dias con mi vecina y que me he quitado hasta del pan y nada...que no bajo, que me estoy desbaratando todita. Y eso que tenemos la misma edad las dos, pues a mi no puedes venir diciendome que casi cuarenta pero todavìa no.
Mi hijo Juan ya acabò sus estudios, ya tengo un licenciado en casa. Mi niña empieza ahora y el pequeño a punto de cumplir los quince...señor como pasa el tiempo si parec que fue ayer cuando jugabamos en el patio de la red permanente.
Por cierto, a ver si haces la letra màs grande que tengo que pillar las gafas pare leerte y nunca me acurdo de donde las dejé con tanto trajìn que tengo. Pon comas para entenderte y aprovecha las lecciones de La Pardo hija que parece que no estudiabas. Bueno, la verdad es que no pegabas golpe y siempre te copiabas de mi. Abusadora eras.
Y ahora te dejo Luci, que tengo que terminar de hacer la comida que ya me llegan estos y yo aquì dandole a la tecla con todo lo que tengo que hacer.
Que te vengas, ya sabes que te quiero mucho a pesar de los disgustos que me das. Te mando el dinero justo para que no te lo gastes en chorradas.
Tu amiga que tanto te aprecia
Purificaciòn Rodriguez
domingo, 7 de octubre de 2007
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