domingo, 7 de septiembre de 2008

y más

ÍTACA
Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás,
si dentro de tu alma no los llevas,
si tu alma no los yergue delante de ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios,
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales,
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios.
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.


más kavafis pero le truco la hora

jueves, 4 de septiembre de 2008

un poemita para recordar

Tiempo

Sentado en la rugosa silla, ocultas la mirada
que ya no es dueña de nada.
Recoges el viento con tus manos callosas y antiguas.
¿Qué recuerdos mutilan tu sonrisa?
Sorprendes a las sombras del atardecer con tu figura impasible.
Oyes el murmullo del tiempo
cuando cierras las manos sobre tus rodillas y encoges
los sentimientos.
La repentina luz de la calle
vulnera tu quietud, engullendo la mansa oscuridad
Lees a Proust bajo la farola,
mientras el aire vierte aromas a menta,
dulces jazmines
y la hierbabuena del patio trasero.
Otra vez es enero.
Y la recuerdas.
 
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